Por sus propiedades naturales, la yerba mate es una excelente aliada en la ‘puesta a punto’ del sistema inmune para enfrentar las enfermedades de estación
Estudios científicos han demostrado que el consumo de yerba mate puede estimular el sistema inmune, gracias a su concentración de saponinas. Éstos son fitoquímicos – compuestos emulsionantes naturales encontrados en varias especies de plantas, como el quillay – que tienen efectos estimulantes del sistema inmune y propiedades anti-inflamatorias y anti-oxidantes, por lo que ayudan naturalmente a protegerse de las enfermedades. Además, la yerba mate contiene vitamina C, E, selenio y zinc, que son antioxidantes que ayudan a fortalecer el sistema inmune y promover la salud. Junto con ello, incorpora polifenoles que modulan la respuesta inmunitaria exagerada, que puede contribuir a generar alergias estacionales, entre otros problemas. De la mano con el fortalecimiento de la inmunidad y la disminución de las inflamaciones y oxidaciones que ocurren en nuestro cuerpo, la yerba mate podría brindar protección contra las infecciones causadas por bacterias, parásitos y hongos. En esta línea, una investigación encontró que altas dosis de extracto de yerba mate desactivan la bacteria echerichia coli, causante de diarrea. Otro estudio mostraría que previene el crecimiento del hongo causante de la caspa y zarpullido. Y un tercero, sugiere que provee algo de protección contra los parásitos intestinales. Sin duda, estos hallazgos son muy interesantes y deben continuar ampliándose para generar mayores certezas científicas en estas prometedoras propiedades de la yerba mate. Cada día se están haciendo más comunes como una forma de reunirse a compartir en torno a una actividad o conmemoración puntual
El concepto “mateada” - que significa una reunión en la que varias personas se juntan para tomar mate – aunque proviene de tierras trasandinas, se está haciendo cada día más común en nuestro país. Con su termo, mate, hierba y bombilla llegan los participantes de diversas actividades comunitarias a la convocatoria a una mateada. Sólo en los primeros meses de 2018 ya se han llevado a cabo decenas de estas reuniones en varias regiones del país. En la Región de Coquimbo, por ejemplo, en febrero se lleva a cabo la “Mateada del amor” que se ha vuelto tradición entre los adultos mayores de La Serena, con una gran fiesta donde incluso eligen reina. Unos kilómetros hacia el interior, en el Valle del Elqui, esa misma semana se llevó a cabo la famosa “Mateada Mistraliana” que conmemora – mate en mano – a la destacada poetisa nacional. Esta actividad recuerda la tradición que el Padre Fidel, fallecido párroco de Vicuña, recreó luego de que Gabriela Mistral en su última visita al Valle de Elqui en 1954 pasara a compartir un mate con los vecinos de El Tambo. En la misma zona, en la comuna de Salamanca, se anunció que el 28 de abril se llevará a cabo la “Gran Mateada”, fiesta ciudadana que se vivirá en las 33 localidades de la comuna, con la idea de fortalecer los vínculos comunitarios. Pero la cuna de las mateadas es típicamente sureña y es ahí donde se puede palpar la cotidianeidad de las mateadas: culturales, para el día de la mujer, para difundir temas científicos, para alegrar a los adultos mayores, para sobreponerse a una tragedia natural. Cualquier instancia es buena para reunirse y tomar juntos un mate reponedor que caliente el frío sureño. Este verano, por ejemplo, se llevaron a cabo las “mateadas del turismo y la cultura” en la Región de Los Lagos. La iniciativa, que contó con el apoyo de Corfo, Sernatur y del gobierno regional, generó encuentros en que los vecinos conversaban – tomando mate – sobre lo que los identifica, para crear experiencias y productos turísticos típicos de la zona. Así, es esperable que cada día se multipliquen este tipo de eventos y las “mateadas” se consoliden tanto como en alguna época lo estuvieron los “malones”. |
|