Cada día se toma más mate en Chile y esto debiera ser bueno para nuestra salud: esta yerba contiene hasta seis veces más antioxidantes que otras infusiones.
Cada día más chilenos están tomando mate: las importaciones se han incrementado en un 20 por ciento en el último año, según el Instituto Nacional de la Hierba Mate trasandino. Tradicionalmente esta yerba de sabor amargo e intenso, originaria del Paraná, se consumía mucho en el sur de Chile, en particular en localidades de fácil contacto con Argentina, pero hoy está de moda también entre deportistas, sibaritas y chefs, universitarios y profesionales ligados a las industrias creativas. Líderes de opinión como la cocinera Connie Achurra o el surfista Ramón Navarro son algunos de los rostros de este reciente boom , aunque se sabe también que Gabriela Mistral era una gran consumidora. Por eso, todos los veranos, en el Valle del Elqui, se realiza una gran mateada en su honor, la Mateada Mistraliana. Si bien el sabor del mate es para muchos "un gusto adquirido", de esos que no atraen a todos los paladares, hay consenso sobre sus beneficios para la salud: se dice que su consumo potencia el sistema inmune, retrasa el envejecimiento y previene problemas cardiacos. Según Paulina Zamora, nutricionista de RedSalud, estas populares creencias tienen respaldo científico. -Hay muchos estudios que confirman estos beneficios -asegura. -El mate es diurético, lo que significa que ayuda a eliminar sustancias tóxicas para nuestro organismo a través de la orina, y evita la retención de líquidos. También actúa como regulador de la presión arterial y energizante. Además, esta yerba contiene unos fitoquímicos llamados saponinas, que estimulan el sistema inmune, además de propiedades antiinflamatorias y antioxidantes. Una docena de estudios recientes sobre esta materia se presentaron en agosto en la V Jornada de Divulgación Científica de hierba Mate y Salud, realizada en Mendoza. Uno de los más llamativos fue presentado por Rafael Pérez Elizalde, de la Universidad Juan Agustín Maza (más conocida como Universidad Maza, con sedes en toda Argentina). Según sus hallazgos, "el consumo diario de yerba mate podría reducir entre un 15 y un 18 por ciento los valores de colesterol y triglicéridos". Este efecto, según los especialistas, se debería a la presencia de saponinas, que reducen los niveles de absorción del colesterol que proviene de la dieta. Además, según un estudio publicado por la revista LifeScience, el mate tiene un efecto antioxidante, protector del daño celular, más potente que el café, el té verde y el vino tinto. Una investigación de la Universidad Nacional de Misiones, en Argentina, asegura que el mate, preparado de forma tradicional, contiene hasta seis veces más polifenoles (un tipo de antioxidante) que otras infusiones, lo que explicaría su acción positiva sobre el sistema inmune. Para optimizar la acción del mate, Pérez Elizalde aconseja tomarlo en matera y usar 50 gramos por yerba por litro de agua. Además, se debe tomar amargo o con endulzante, nunca con azúcar, y a una temperatura de 80°C a 85°C. Los primeros efectos, dice, se pueden constatar a partir de seis meses de consumo continuo. La nutricionista Paulina Zamora aconseja tomar dos litros diarios de mate como máximo. Pero, asegura, hay quienes deben abstenerse: las personas que sufren de patologías renales o problemas cardiacos o que deban restringir su ingesta de líquidos por indicación médica. También los hipertensos que requieran diuréticos y las personas con alguna patología gastrointestinal o que recién hayan sido operadas y requieran que su tracto gastrointestinal esté en reposo. Por: Sofía Beuchat - Revista Ya Cuatro investigadoras observaron que a mayor consumo, menor es la posibilidad de desarrollar diabetes tipo 2, que es la forma de la enfermedad asociada con la obesidad y el sedentarismo y afecta al 10% de los argentinos.
Resultados después de 26 meses de estudio Luego de los 26 meses que duró el estudio, que incluyó a 2615 adultos, de entre 35 y 74 años, el equipo determinó que quienes tomaban poco más de medio litro (550 ml) de mate por día tenían menos riesgo de ser diabético que los que no superaban los 100 ml diarios o directamente no tomaban mate. Ese resultado se mantuvo aun tras considerar otros factores de riesgo de desarrollar diabetes que podían influir en los resultados, como la edad, el sexo, el uso de azúcar al cebar por lo menos uno de cada dos mates, los antecedentes familiares de la enfermedad, el índice de masa corporal y la obesidad abdominal, el sedentarismo, el consumo de alcohol y el tabaquismo. Ningún participante era diabético al inicio del estudio. Todos respondieron cuestionarios sobre los hábitos alimentarios, incluido el consumo de mate y otras infusiones, y en todos los casos se hizo un análisis de sangre al inicio y al final de período que duró el seguimiento, de acuerdo con los detalles del estudio que dirigió Natalia Elorriaga, investigadora del Conicet y el Centro de Excelencia en Salud Cardiovascular para América del Sur (Cescas), que funciona en el Instituto de Efectividad Clínica y Sanitaria (IECS). El 73% de los participantes tomaba mate todos los días, mientras que menos del 15% prefería el mate cocido y lo consumía a diario. “Es un resultado alentador”, opinó Elorriaga sobre el camino que abre a nuevas hipótesis para seguir indagando los efectos de esta infusión en la salud. Pero, como se desprende del diseño del estudio, se trata de un estudio observacional, es decir, que no prueba que exista una relación directa entre la infusión y la aparición o no de la enfermedad. “Para que se demuestre que tomar mate es la causa de la reducción de la incidencia de diabetes -precisó Elorriaga-, se requiere otro tipo de estudios, como un ensayo clínico: en el que puede estudiarse si la enfermedad aparece o no en dos grupos: uno al que se le indica tomar cierta cantidad mate y otro que se le indica no hacerlo o consumir otra bebida.” Una posibilidad Algunos estudios ya publicados habían sugerido que ciertas moléculas antioxidantes (polifenoles) de la yerba mate tendrían la capacidad de hacer que los tejidos se vuelvan más sensibles a la insulina, que es la hormona que el páncreas produce para regular la cantidad de azúcar (glucosa) en la sangre. O, también, que el hígado “fabrique” menos glucosa. Uno de esos polifenoles antioxidantes, el ácido clorogénico, también se encuentra en el café y hay estudios publicados que, junto con la cafeína, también los asocian con una disminución de la aparición de la diabetes tipo 2. Pero, como aclaró Elorriaga, son apenas líneas de estudio sobre las que se está empezando a andar. “Todo apunta a que lo que encontramos (en el estudio) es muy consistente”, agregó sobre los datos que “en el futuro” podrían servir para una recomendación asociada con la salud. “Los estudios aún no son suficientes como para indicar un consumo más allá del moderado, un cambio de conducta alimentaria o que se recomiende el consumo de mate en pacientes con prediabetes con la finalidad de prevenirla, por ejemplo”, dijo. En el estudio también participaron las investigadoras Vilma Irazola, cardióloga y directora del Departamento de Investigación en Enfermedades Crónicas del IECS; Rosana Poggio, cardióloga y magister en efectividad clínica, y Laura Gutiérrez, licenciada en estadística. El estudio lo financió el Conicet a través de un proyecto de investigación orientado que comparte con el Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM). Este Instituto coorganiza esta semana con la Universidad Juan Agustín Maza las “V Jornadas de Yerba Mate y Salud”, en Mendoza, donde pasado mañana se presentarán los resultados. Por: Fabiola Czubaj . Fuente: Diario La Nación |
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